viernes, 13 de noviembre de 2015

Corrección Adapatación "Toda clase de pieles"

He realizado la adaptación del cuento de los Hermanos Grimm para niños de 8 – 9 años.


TODA CLASE DE PIELES

Érase una vez un rey y una reina padres de una hermosa niña que crecía protegida y feliz, vivían en un castillo en lo alto de la montaña. Los reyes eran muy cercanos al pueblo, hasta tal punto que la reina Margarita solía estar ayudando en las labores del castillo, era una mujer muy sociable que trataba por igual a nobles que a la gente llana del pueblo, por esto era especialmente querida.

Al rey Carlos le gustaba salir al campo a cazar, a recoger setas… su hija Irene le acompañaba frecuentemente. Un día al llegar al castillo con los cestos llenos de setas se los entregó a la reina para que las prepararan; le llamó la atención una seta con tonos morados, especialmente hermosa, las cocinó y las sirvió en la mesa. Al comerlas todos enfermaron muy gravemente, los médicos de la Corte temían por la vida de los reyes y su hija, finalmente, el rey y la niña se recuperaron, pero la reina murió.

El reino estaba desolado por la gran perdida, el rey no encontraba consuelo, por eso sus consejeros trataban por todos los medios de entretenerle, organizaban bailes, cacerías…
Mientras, la princesa crecía arropada por todos los habitantes del castillo, consiguieron que fuera una niña feliz, muy unida a su padre al que se parecía físicamente, de pelo y tez morena con grandes ojos color avellana. Tenía el carácter abierto y dicharachero de su madre, a la vez era muy tenaz.

Un día en una de las cacerías el rey disparó a un jabalí herido dándole muerte, al momento apareció un grupo de cazadores, entre ellos se encontraba Federico, el rey del país vecino que reclamaba como suyo el trofeo; la discusión subió de tono, a tal punto que se dijeron amenazas entre ellos. Eran rivales desde hacia tiempo, este rey vecino no aceptaba la negativa de Carlos de darle a su hija como futura esposa y este incidente no hizo más que empeorar la situación. Las relaciones se hicieron muy tensas, estaban al borde de una guerra.

El rey Carlos estaba angustiado, si al final entraban en guerra, temía por la vida de todos sus súbditos, pero a la vez también le dolía el corazón al pensar que tenía que dar la mano de su querida hija a semejante bárbaro. Viendo que las relaciones con el reino vecino no mejoraban, acabó aceptando la unión de su hija con el rey Federico.

Enterada Irene pidió como condición a la boda un collar hecho de un pedacito de piedra de todos y cada uno de los picos de las montañas del mundo.
Pensaba que este encargo sería imposible de lograr y así no se vería obligada a aceptar una boda que no quería. El rey mandó a sus vasallos a cumplir esta misión, que no resultaría fácil, el mundo es muy grande; año tras año van llegando al castillo las piedras obtenidas y los joyeros reales van tallando y engarzando una tras otra las piedras, el resultado es un maravilloso collar que deja deslumbrado a todo el que lo mira.

Viendo que no hay vuelta atrás y que tendrá que casase Irene planeó escapar del castillo. Con mucha cautela preparó las cosas que se quería llevar consigo, el anillo de pedida de su madre, la cantimplora con el sello real que compartía con su padre en las cacerías y el abrigo de toda clase de pieles que le cosió su fallecida madre, así como el maravilloso collar.

Aprovechó una feria de artesanos que pasó por el castillo y huyó camuflada entre los enseres de un carro. Pronto se integró en la vida de estos, se hizo pasar por huérfana y gracias al abrigo que ocultaba su identidad empezó su nueva vida. No era fácil, ella se esforzaba en ayudar en los distintos oficios que se daban en la feria, lo mismo llevaba agua al carpintero que sujetaba el cuero al curtidor.

Viajó por muchos pueblos y cuando consideró que estaba a suficiente distancia de su reino abandonó la vida de feriante y entró a trabajar en una posada como cocinera, era muy habilidosa entre fogones pues había ayudado a su madre desde pequeña. Seguía escondiendo su verdadera identidad vistiendo ropas humildes y llevando el abrigo protector; pronto se hizo querida entre los habitantes del lugar por su carácter dulce y amable. Por las noches dormía en la buhardilla de la posada, se envolvía en su abrigo de toda clase de pieles que la cobijaba y le recordaba su feliz infancia. Se agarraba a su anillo que la reconfortaba. Había pasado mucho tiempo desde que salió de su hogar, era poco más que una niña y se había convertido en una bella joven.

Un día Irene se quemó una mano con la lumbre del fogón, la cocinera jefe la curaba, pero le quedó una cicatriz en forma de moneda.

En la posada se reunían cazadores venidos de todas partes, entre ellos un joven apuesto llamado Pedro, hijo de un noble de la zona, todos los días Irene se esforzaba en servir lo mejor posible a Pedro, bajaba al río y le subía en su cantimplora el agua más fresca.

Una noche en la que Irene no podía dormir, se puso su abrigo y salió a pasear, en un claro del bosque encontró un hombre tendido en el suelo, se acercó y vio que era el joven cliente de su posada que estaba herido.
Llevaron a Pedro a la posada donde fue atendido, Irene le cuidó día y noche con esmero, ella se había prendado de él, pero para Pedro era una criada más, la capucha del abrigo ocultaba su hermosura.
Un día mientras le atendía, en un descuido de la joven se le bajo la capucha del abrigo y Pedro entre los delirios de la fiebre la vio.

Como se iban a celebrar los torneos de lucha en el pueblo, el padre de Pedro le decía:
“Aprovecha y busca esposa ya tienes edad para ello”, pero él no encontraba mujer de su agrado, tenía en la memoria una preciosa joven, pero no recordaba dónde la había visto, tenía la sensación de haberlo soñado.

El pueblo se llenó de gente y Pedro miraba con ansia a todas las jóvenes buscando aquella de la que tiempo atrás se había prendado.

Mientras, en la posada Irene tramaba un plan para que Pedro se acercara a ella; noche tras noche aparecía una bellísima piedra bajo la almohada de este, aunque indagaron nadie supo quién las había puesto, otro día apareció un anillo en la copa de Pedro.

Una noche Irene había bajado al rio a por agua fresca para Pedro, en un momento la luz de la luna reflejó en la cantimplora y Pedro intrigado por el reflejo se acercó a ver que era, cuando llego al rio descubrió que era la criada de la posada que le servía, no sabía cómo era pues siempre se tapaba con un extraño abrigo, cuando estuvo cerca de ella vio la cicatriz de la quemadura que Irene se hizo tiempo atrás; al verla recordó esa mano que le cuidó en su delirio y toda su memoria volvió de repente, le retiro la capucha y vio la cara de Irene que le miraba con los ojos llenos de dulzura y la dijo “eras tú la que yo buscaba, ahora comprendo el hallazgo del anillo en mi copa, las bellas piedras bajo mi almohada y todas las muestras de cariño que yo no supe ver”. Si tú quieres nos casaremos y me esforzaré en que seas feliz a mi lado”.

Irene estaba radiante, Pedro había quedado prendado de ella.
Al poco tiempo celebraron su boda, y ella lució en su dedo el anillo de su madre.



Cambios realizados en la adaptación:

-Causas de la muerte de la madre, he preferido que fuera una muerte por un accidente.
-He quitado la promesa de la madre al padre.
-El motivo de la huida del núcleo familiar, hablar del incesto no lo veo apropiado para esta edad.
-Pongo nombre a los personajes, aunque en esta edad ya no es tan necesario, he preferido hacerlo para mayor claridad.
-He añadido la petición del collar como excusa para impedir la boda.
-He añadido las figuras de los feriantes que le servirán para la huida.
-Modificado las acciones con los objetos, la protagonista los utiliza de varias maneras.
-He quitado a los cazadores.
-He cambiado los lugares de trabajo, la joven trabaja como feriante y en una posada; pasa de estar servida a ser ella la que sirve (cambio de condición social).
-He añadido el personaje de Pedro.
-He añadido a Federico, causante junto al rey Carlos del conflicto.
-He puesto como objeto la cantimplora con el sello real.


Aspectos respetados en la adaptación:

-Hija feliz en familia estructurada.
-Muerte de la madre.
-Hija que huye del núcleo familiar.
-Anillo y abrigo que se lleva consigo.
-Amor entre los jóvenes.
-Boda real.

He intentado utilizar un vocabulario directo y sencillo, con frases no demasiado largas y algunos diálogos, así podrán seguir el cuento con mayor facilidad.

A los niños de esta edad les gustan las historias en las que ocurren situaciones que les mantienen enganchados hasta el final. Son capaces de sacar deducciones y suelen identificarse con alguno de los personajes.

La narración de cuentos folclóricos ayuda a despertar en los niños el placer de la lectura a la vez que estimula su imaginación.

1 comentario:

  1. Bueno, Beatriz, la segunda parte sigue sin respetar el esqueleto del cuento y las modificaciones que has hecho no se deben a la edad de los receptores, sino a tu propio gusto.
    Desde este punto, el cuento ya es, definitivamente, otro completamente distinto: Beatriz no juega con su doble identidad, que es uno de los pilares en los que se fundamenta la historia. En tu historia nunca se presenta ante el príncipe en su papel de princesa, si siquiera le muestra su belleza por voluntad propia... las dos veces que la ve son casuales. Los objetos que le deja bajo la almohada no tienen sentido, porque no puede relacionarlos con una mujer rica como en la historia que os conté.
    Piensa que una adaptación (tal y como se explica en el tema) debe modificar lo menos posible el relato del que se parte. Cada cambio que hagas debe ser en función de la edad de los receptores y no solo porque a ti te guste más o menos. Por eso no basta con citarlos, hay que explicarlos y argumentar cada uno de ellos.

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