viernes, 30 de octubre de 2015

Adaptación cuento "Toda clase de pieles"


He realizado la adaptación del cuento de los Hermanos Grimm para niños de 8 – 9 años.


TODA CLASE DE PIELES

Érase una vez un rey y una reina padres de una hermosa niña que crecía protegida y feliz, vivían en un castillo en lo alto de la montaña. Los reyes eran muy cercanos al pueblo, hasta tal punto que la reina Margarita solía estar ayudando en las labores del castillo, era una mujer muy sociable que trataba por igual a nobles que a la gente llana del pueblo, por esto era especialmente querida.

Al rey Carlos le gustaba salir al campo a cazar, a recoger setas… su hija Beatriz le acompañaba frecuentemente.

Un día al llegar al castillo con los cestos llenos de setas se los entregó a la reina para que las prepararan. A la reina le llamó la atención una seta con tonos morados, especialmente hermosa, las cocinó y las sirvió en la mesa.

Todos enfermaron, los médicos de la Corte temían por la vida de los reyes y su hija, finalmente, el rey y la niña se recuperaron, pero la reina murió.

El reino estaba desolado por la gran perdida, el rey no encontraba consuelo, por eso sus consejeros trataban por todos los medios de entretenerle, organizaban bailes, cacerías…

Mientras, la princesa crecía arropada por todos los habitantes del castillo, consiguieron que fuera una niña feliz, muy unida a su padre al que se parecía físicamente, de pelo y tez morena con grandes ojos color avellana. Tenía el carácter abierto y dicharachero de su madre.

Un día en una de las cacerías el rey disparó a un jabalí herido dándole muerte, al momento apareció un grupo de cazadores, entre ellos se encontraba Federico, el rey del país vecino que reclamaba como suyo el trofeo; la discusión subió de tono, a tal punto que se dijeron amenazas entre ellos. Eran rivales desde hacia tiempo y esto no hizo más que empeorar la situación. Las relaciones se hicieron muy tensas, estaban al borde de una guerra.

El rey Carlos estaba angustiado, si al final entraban en guerra, temía por la vida de su querida hija, pero a la vez también le dolía el corazón al pensar que tenía que separarse de ella. Viendo que las relaciones con el reino vecino no mejoraban, tomó la decisión. El rey lleno de dolor preparó el viaje para que Beatriz abandonara el reino.

La princesa accedió a irse, quería llevar consigo el anillo de bodas, la cantimplora con el sello real que compartía con su padre en las cacerías y el abrigo de toda clase de pieles que le cosió su fallecida madre. Pero el abrigo no aparecía, buscaron por todas las habitaciones del castillo y no había manera, el rey se impacientaba, pero la princesa argumentaba que sin su querido abrigo no saldría del castillo.

El rey puso una recompensa, al que encontrara el preciado abrigo le daría una bolsa de monedas, todo el reino colaboraba en la búsqueda, pero aún así no aparecía. Entonces una costurera le dijo al rey:
- "Majestad, le haré uno igual a la princesa para que pueda partir

Y así se hizo, la costurera con muchísimos ayudantes cosió las pieles de los animales que el rey había mandado cazar para tal fin. Presentándoselo a la princesa esta exclamó: 
-"¡Ese no es mi abrigo, no tiene el alma de mi madre!"

Un día un bufón de la Corte se acercó al rey y le dijo:
- “Majestad, yo sé donde está el abrigo, lo tiene vuestra hija guardado debajo de sus colchones porque no quiere partir del palacio".

El abrigo apareció, la princesa tenía que marcharse. Antes de partir, con las tijeras de costura de su madre cortó su larga trenza para no ser reconocida y se colgó al cuello un cordón con el anillo, así le llevaría siempre al lado del corazón.

Montada en su caballo favorito viajó día y noche, quería llegar a un reino lejano para estar a salvo, de repente el caballo tropezó y ambos cayeron al suelo, el caballo asustado se perdió en la lejanía y Beatriz magullada, dolorida y llena de barro continuó caminando. Pasó por diversos pueblos llevando una vida miserable; cada día añoraba más su vida fácil en el castillo junto a sus padres. Se agarraba a su anillo que la reconfortaba.

Había pasado mucho tiempo desde que salió de su hogar, era poco más que una niña y se había convertido en una bella joven. Una mañana en un recodo del camino oyó voces, era una mujer que se apiadó de ella al verla llorando y la acompañó al pueblo. En una posada encontró trabajo de cocinera, era muy habilidosa entre fogones pues había ayudado a su madre desde pequeña. Escondía su verdadera identidad vistiendo ropas humildes; pronto se hizo querida entre los habitantes del lugar por su carácter dulce y amable.

Por las noches dormía en la buhardilla de la posada y aprovechaba su soledad para envolverse en su abrigo de toda clase de pieles que le recordaba su feliz infancia.

La cocinera jefe le tomó tal cariño que hablaba mucho con ella, viendo la tristeza en sus ojos trataba de consolarla; esta amistad hizo que para Beatriz no fuera tan duro estar lejos de su hogar. Fue imposible averiguar lo que le había pasado en su vida, Beatriz no soltaba prenda.

Un día la cocinera jefe aprovechando que la princesa no estaba en su habitación, fisgó entre sus cosas y encontró el abrigo de toda clase de pieles y el sello real en la cantimplora, no tuvo que pensar mucho, era la princesa Beatriz. Por el cariño que tenía a la joven guardo el secreto.

Así pasaron los años…

En época de caza se reunían para dormir en la posada cazadores venidos de todas partes, entre ellos un joven apuesto llamado Pedro, hijo del rey Federico, que miraba prendado a la princesa pidiendo que su mesa fuese atendida por ella; dándose cuenta la cocinera jefe de lo que pasaba prohibió a la joven que saliera de la cocina, sabía del conflicto entre los dos reinos.

Una noche en la que Beatriz no podía dormir, se puso su abrigo, se colgó su cantimplora y salió a pasear. En un claro del bosque encontró un hombre tendido en el suelo ayudado por otro, se acercó y vio que era el joven cliente de su posada que en un accidente de caza había resultado herido; su lacayo trataba de ayudarle.

Beatriz se quitó su abrigo y cubrió al herido, le dio de beber agua de su cantimplora y se quedó con él, mientras el lacayo corría a buscar ayuda. Llevaron al joven a la posada donde fue atendido. Beatriz le cuidó día y noche con esmero y entre ellos nació el amor.

La cocinera jefe había tratado de impedir que se enamoraran, por eso había prohibido a la princesa salir de la cocina, entonces les desveló a ambos su identidad:
-“Beatriz, tienes que saber que Pedro es el hijo del rey Federico, enemigo de tu padre por el cual tuviste que huir de tu reino”
“Pedro, tienes que saber Beatriz es la hija del rey Carlos, enemigo de tu padre”

Los dos jóvenes se miraron atónitos sin saber que decir, desconcertados ante la noticia, su amor no era posible.

Beatriz hizo llegar una carta a su padre explicándole la situación, el rey Carlos montó en ira, prohibiéndole que se siguiera viendo con el príncipe. La misma reacción tuvo el rey Federico, cuando su hijo Pedro le comunicó la noticia.

Beatriz cayó enferma y ante su gravedad su padre mandó la carroza de palacio escoltada por la Guardia Real para traerla al castillo, los médicos no le daban solución, no sabían lo que le pasaba; el médico jefe muy preocupado le dijo al rey que temía por la vida de su hija; tan mal estaba ésta que el rey accedió a que fuera visitada por Pedro y mandó a buscarle.

Los colores volvieron a las mejillas de la princesa, los médicos le dijeron al rey:
-“El mal que la mataba se llama amor”

Carlos comprendió que por encima de todo estaba la felicidad de su querida hija y accedió a hacer las paces con el rey enemigo, no fue fácil pero tras muchas negociaciones la concordia llegó entre los monarcas.

Beatriz se casó con Pedro llevando el mismo anillo que su querida madre.




Cambios realizados en la adaptación:

- Causas de la muerte de la madre, he preferido que fuera una muerte por un accidente.
- He quitado la promesa de la madre al padre.
- El motivo de la salida del núcleo familiar, hablar del incesto no lo veo apropiado para esta edad.
- Pongo nombre a los personajes, aunque en esta edad ya no es tan necesario, he preferido hacerlo para mayor claridad.
- La trama de la pérdida del abrigo para alargar su partida de palacio.
- Modificado las acciones con los objetos, la protagonista los utiliza para otro fin. Dichos objetos la mantienen en contacto con su pasado y le sirven para auxiliar a Pedro.
- He quitado a los cazadores.
- He cambiado el lugar de trabajo, la joven trabaja en una posada, pasa de estar servida a ser ella la que sirve (cambio de condición social).
- He añadido la figura de la cocinera jefe, en un primer momento apoya a la princesa y encubre su identidad y luego es importante para la unión de los príncipes. Este personaje le he puesto como figura de ayuda a la princesa para la transición a la vida adulta.
- He añadido a Federico, causante junto al rey Carlos del conflicto.
- He puesto como objeto la cantimplora con el sello real.
- He añadido el regreso de la hija al hogar.
- He añadido la concordia entre dos reinos enemigos.


Aspectos respetados en la adaptación:

- Hija feliz en familia estructurada
- Muerte de la madre
- Hija que abandona el núcleo familiar
- Anillo y abrigo que se lleva consigo
- Amor entre los jóvenes
- Boda real

He intentado utilizar un vocabulario directo y sencillo, con frases no demasiado largas y algunos diálogos.

A los niños de esta edad les gustan las historias en las que ocurren situaciones que les mantienen enganchados hasta el final. Suelen identificarse con alguno de los personajes.

La narración de cuentos folclóricos ayuda a despertar en los niños el placer de la lectura a la vez que estimula su imaginación.

Bibliografía y webgrafía

Apuntes de Literatura española, literatura infantil y educación literaria de 3º de Educación Primaria de la profesora Irune Labajo González









3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu adaptación del cuento.
    Los cambios en mi opinión son acertados para la edad.
    Muy buen trabajo!

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    1. Bueno, Rodrigo, ya sabes que hay que argumentar más esas afirmaciones... Este comentario ni siquiera me demuestra que hayas leído la entrada...
      Lee lo que le he escrito a Beatriz para que seas consciente de por qué los cambios no son adecuados, anda.

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  2. Te comento, Beatriz.
    Tu cuento es muy bonito, muy tierno y realmente parece popular, pero no es realmente una adaptación porque has incluido cambios que afectan al esqueleto del que yo os conté:
    - La princesa Beatriz no HUYE de su casa por no poder cumplir la voluntad de su padre. Todo lo contrario, se ve obligada a marcharse porque su padre considera que es lo que debe hacer.
    - Aunque incluyes el abrigo de toda clase de pieles, no le otorgas la misma función de cobijo y ocultación que tiene en el relato de los hermanos Grimm. Durante el tiempo que oculta su verdadera identidad no se cubre con él (y esa es la verdadera esencia del cuento, lo que lo define y lo diferencia de otros como Cenicienta); solo lo utiliza durante la noche.
    - Nadie, absolutamente nadie conoce la verdadera identidad de Toda clase de pieles. Está sola y es absolutamente autónoma a la hora de mantener su secreto y decidir cuándo y a quién revelarlo. En tu cuento, la cocinera la descubre y, a partir de ahí, trata de "ayudarla" alejándola del príncipe.
    Desde este punto, el cuento ya es, definitivamente, otro completamente distinto: Beatriz no decide voluntariamente obtener el amor del príncipe del que se ha enamorado (se lo encuentra herido, lo cuida y surge el amor entre ellos). No juega con su doble identidad y su astucia para intrigarlo ni su belleza para embobarlo. Simplemente se enamoran.
    Tu princesa, en general, es bondadosa, pero muy muy pasiva. Solo toma las riendas de su vida cuando esconde el abrigo. Toda clase de pieles es astuta, decidida y tiene claro lo que desea y cómo y cuando lo desea. Sabe esperar los momentos adecuados y utilizarlos en su beneficio.
    Piensa que una adaptación (tal y como se explica en el tema) debe modificar lo menos posible el relato del que se parte. Cada cambio que hagas debe ser en función de la edad de los receptores y no solo porque a ti te guste más o menos. Por eso no basta con citarlos, hay que explicarlos y argumentarlos.
    Ánimo, !que a la segunda va la vencida!

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